Seguimos aprovechando cada minuto de las vacaciones de verano, y estamos con la cabeza en las mismas inquietudes que cuando empezamos: ¿Cómo podemos minimizar nuestra huella ambiental?
Pero, para que todos y todas entendamos los conceptos que nos preocupan en Cabin Fever, vamos por pasos.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de huella ambiental?
La huella ambiental, que también se le conoce como huella ecológica, es la responsable de medir el impacto de las personas u organizaciones, tanto públicas como privadas, en el medio ambiente, y puede ser positiva o negativa.
Para las organizaciones, que pueden ser administraciones públicas, empresas o cualquier otra entidad, es necesario desarrollar objetivos a corto, medio y largo plazo que minimicen este impacto ambiental en su día a día. Y estos logros deben extenderse a todo su propio ecosistema, como trabajadores, proveedores, inversores, colaboradores, clientes, etc.
Acciones para minimizar la huella ambiental en la montaña
1. Sigue las señalizaciones, están por algo.
Si hay caminos señalizados, síguelos. Los caminos que están previamente marcados son los que debemos seguir. Así evitamos abrir nuevos senderos y, por consiguiente, estropear nuestros espacios naturales. Además, de esta manera, tampoco invadimos espacios protegidos para crear alimento para la ganadería.
2. Respeta la flora y fauna.
No cojas flores, disfrútalas en su sitio. No empieces a mover piedras, ni te acerques demasiado a la fauna local. Disfruta de la montaña, pero ¡respeta la flora y fauna local! Visita la montaña sin ser una especie invasora.
3. Minimiza desplazamientos.
Organiza bien tu viaje a la montaña e intenta, en todo lo posible, minimizar tus desplazamientos. Siempre que puedas, llega a los sitios caminando, en bici o en trasporte público y, si tienes que utilizar el coche, que sea de manera consciente y compartiéndolo con otras personas.
4. Evita los residuos y utiliza envases reutilizables.
Damos por hecho que con lo plastas que somos en Cabin Fever durante el invierno con este tema, no hace falta repetirnos mucho más. Pero, por si acaso: ¡los residuos se tiran a su correspondiente contenedor! ¡Y la basura jamás va al suelo! Además, siempre que puedas evitar el uso de desechos de un único uso y unirte al club de los envases reutilizables, pues mucho mejor.